Albergues brindan un espacio seguro y digno
a refugiados y migrantes venezolanos en Ecuador

Para personas como Alexander, la asistencia de los socios del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes ha significado tener un techo para que su esposa y su hija puedan dormir.  Crédito: GTRM/OIM

Alexander, su esposa Rocía y su hija de tan solo 5 meses han recorrido varios lugares en su camino desde Venezuela hacia Ecuador. Llevaban alrededor de 75 días caminando, durmiendo a menudo en la calle, hasta que lograron llegar a Tulcán, la ciudad fronteriza con Colombia.

 “El camino fue muy duro, pasamos por lugares peligrosos donde varias personas quisieron hacernos daño y quitarnos lo poco que teníamos. Cuando llegaba la noche, poníamos una colchoneta en el suelo para intentar dormir y muchos días no pudimos comer nada”.

Como él, muchas personas refugiadas y migrantes en tránsito carecen de un alojamiento en donde dormir, bañarse, acceder a servicios higiénicos, alimentación y protección, lo cual exacerba riesgos en la ruta incluyendo la violencia sexual, ser asaltados o complicaciones de salud por dormir a la intemperie.

En respuesta a este reto, varios socios del Grupo de Trabajo para  Refugiados y Migrantes ha provisto asistencia en alojamiento seguro a más de 105.000 personas refugiadas, migrantes y de la comunidad de acogida, durante 2021 a lo largo del país. En 2022, se prevé que los socios del  grupo de trabajo puedan apoyar en alojamiento  a unas 235.000 personas  – una necesidad que sigue incrementando.

“Aquí nos ayudaron con alimentación, un lugar para descansar y cosas para poder asearnos”, dice Rocía, más aliviada porque su pequeña hija ya no dormirá en la calle ni sentirá frío.

Crédito: GTRM/OIM

Los socios del grupo de trabajo proveen asistencia en alojamientos colectivos, hospedaje temporal en hoteles y apoyo en arriendo. Adicionalmente, interviene de forma positiva en espacios de vivienda y de uso común para que cumplan con condiciones de habitabilidad digna, a través del mejoramiento de infraestructura comunitaria y de la vivienda, entrega de menaje de hogar, kits de abrigo y demás equipamiento. De este modo, no solo mejoran las condiciones de vida de las personas refugiadas y migrantes sino también de la comunidad de acogida.

 De las más de seis millones de personas refugiadas y migrantes venezolanas que han salido de su país, más de medio millón han llegado a Ecuador para establecerse y se estima que otras 252.000 transitarán por el país en 2022, en búsqueda de una vida más segura y medios para reconstruir sus vidas.

“Quiero que mi hija tenga mejores condiciones, que no tenga que pasar por lo mismo que nosotros hemos pasado”, añadió  Alexander.

ORGANIZACIONES DE LOS GRUPOS DE TRABAJO 2022

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